Descripción
Tenemos una idea, tenemos un producto o servicio que ofrecer, tenemos la forma de comenzar un emprendimiento, tenemos quizás la inversión… lo único que no tenemos y lo más importante es la experiencia, el conocimiento, un manual que nos diga qué hacer cuando las ventas no llegan, cuando la publicidad no funciona, cuando los clientes son basura…
Sucede que si los clientes verdaderos no llegan y los que llegan son basura, tu emprendimiento quebrará. Todo emprendedor necesita vender y todo negocio se enfrentará constantemente con este tipo de clientes.
Seguramente has tenido esos clientes que te hacen perder el tiempo, que no van a comprar nada, que son agresivos, que terminan siempre desconformes con tu producto o servicio hagas lo que hagas…
El cliente es basura no es un título al azar, es un título que identifica lo que pasa por la mente de los emprendedores, el primer obstáculo con el que se enfrenta alguien a la hora de emprender: con una clientela basura que nunca queda satisfecha, que siempre está desconforme, que te hace dar ganas de volver a tu antiguo empleo y arrepentirte de haberte iniciado como emprendedor. Y lo más odioso es que como nuevo emprendedor harás lo imposible para cautivar, atrapar y retener a ese cliente basura, y te digo algo: el cliente basura tiene un sexto sentido para detectar tu desesperación y necesidad, y tiende a abusarse de esa situación. ¿Por qué? Muy sencillo, porque son basura. Seguramente en sus trabajos, sus jefes los tratan como lo que son; en sus casas, sus familias los tratan como lo que son… y ahora que por fin están en una situación en la que tienen el poder, se convierten en déspotas. Tienen el dinero que tú necesitas para poder seguir adelante con tu proyecto, necesitas vender y ellos además de no tener ningún interés real en tu producto o servicio, exigen que te pongas de rodillas para vendérselo. Por esto mismo es que he desarrollado la primera parte de esta serie de libros que irán viendo la luz con el correr del tiempo, para decirte claramente que el cliente nunca tiene la razón y que no es él quien pone las reglas. Si tú te iniciaste en la carrera de ser emprendedor, porque quieres ser tu propio jefe, pero resulta que permites que ahora tus clientes sean tus jefes, entonces hay algo que no está funcionando.
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